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La anhedonia se define como la incapacidad de disfrutar de los placeres que antes eran un deleite para nosotros. Esta condición no es un trastorno psicológico en sí mismo, sino que puede ser un síntoma de condiciones como la depresión.
La anhedonia generalmente se produce de episodios altamente estresantes o dolorosos para las personas, y por eso muchos psicólogos y psicoanalistas, incluidos los profesionales del Grupo Poïesis, consideran que es un signo temprano de depresión, y por ende, es una señal de que necesitas ayuda psicológica.
¿Qué es la anhedonia?
El placer es uno de los estímulos que moviliza y activa la voluntad de los seres humanos. Cuando sentimos placer frente a lo que hacemos, solemos tener un mejor estado de ánimo y un mejor rendimiento en las actividades. Es por el placer que nos producen que emprendemos muchas cosas en la vida, pero… si el placer se va ¿qué hacer?
La palabra anhedonia viene de la palabra griega ” Hedoné” que significa placer, y el prefijo “An” denota “Ausencia de”, lo que se traduce literalmente como ausencia de placer.

La anhedonia es considerada como la dificultad para sentir placer por las diferentes cosas que pueden ser agradables en la vida. Esto implica que quien tiene este síntoma no puede sentir placer sexual, ni social ni a nivel psicológico.
Esta condición puede presentarse solo frente a un estímulo determinado como la sexualidad o la comida, o puede darse como un síntoma generalizado en el que la persona es incapaz de sentir placer por cualquier actividad, incluidas aquellas que en el pasado disfrutaba o lo hacían sentir bien.
Se considera que la anhedonia no es en sí misma un trastorno, sino que es un indicativo de que existe un trastorno más profundo como la depresión, puesto que uno de los síntomas de un estado depresivo, es la pérdida del deseo y la sensación de que todo es displacentero.
Aunque este es un síntoma asociado a la depresión, también aparece en el caso de las adicciones (Alcohol, cigarrillo, internet y redes sociales, sustancias…) cuando la persona se ve privada del estímulo que lo hace sentir placer, y del mismo modo se ha asociado a pacientes con esquizofrenia.
Es preciso resaltar que cuando hablamos de la Anhedonia, nos referimos a una sensación de pérdida del placer que se presenta por un periodo prolongado de tiempo, toda vez que es normal que no encontremos placer en las cosas cuando estamos experimentando situaciones como un duelo, situaciones de estrés o la vivencia de experiencias traumáticas.

La anhedonia puede aparecer en personas de todas las edades, aunque es más común en adolescentes y adultos, teniendo en cuenta que son la población más afectada por cuadros depresivos y adicciones.
¿Qué causa la Anhedonia?
Las causas de la anhedonia son diversas, y como mencionábamos anteriormente, puede ser un síntoma de depresión, también está asociada con las adicciones, la esquizofrenia, la ansiedad o la vivencia de situaciones prolongadas de estrés, estrés posttraumático, trastorno de bipolaridad o Trastorno obsesivo compulsivo.
Desde una perspectiva fisiológica, se plantea que la anhedonia se da por una alteración en nuestro cerebro que impide que generemos dopamina, hormona encargada de las sensaciones placenteras.
En nuestras consultas de terapia psicológica, también hemos identificado que las personas con anhedonia relatan “sentirse vacías”, y aunque puede parecer raro para quienes no han experimentado esta condición, imagina que sintieras desgano por el mundo en general, es probable que esta sola sensación detonara otras como la angustia o el sentirte abatido.
Muchas personas que experimentan la anhedonia o sienten que tienen un vacío emocional, pueden verse como simples espectadores de la vida que les cuesta involucrarse plenamente con lo que sucede y esto en muchos casos nos habla de un problema a la hora de experimentar emociones.
Desde esta línea de sentido, la sensación de anhedonia o vacío también puede darse porque la persona percibe la vida como algo aburrido, aunque la persona tenga una buena pareja, esté cumpliendo sus metas, tenga buenas relaciones sociales e incluso otros estímulos que podrían ser la felicidad plena para otra persona, quien sufre de anhedonia se relaciona con todo como si fuera un hecho rutinario y monótono.
La anhedonia también hace que las personas empiecen a desvincularse progresivamente de sus emociones, pueden sentir angustia, ansiedad o tristeza, pero la intensidad de sus emociones baja de un modo profundo haciendo que ya no puedan comprender bien lo que sienten, y en su lugar quede una sensación de vacío que se alarga.
¿Cómo saber si tienes anhedonia?
La anhedonia se manifiesta de diferentes maneras, y como mencionamos anteriormente puede estar ligada solo a determinados estímulos o a todas las cosas en general.
En terapia de pareja suele ocurrir que llegan pacientes que dicen que experimentan anhedonia con relación a la pérdida del deseo asociado a la sexualidad, pero que este deseo se conserva con respecto a otras cosas y experiencias. En estos casos, si la anhedonia se presenta solo en el ámbito de la relación de pareja, las causas pueden apuntar a que tiene que ver con un problema particular dentro de la relación o vínculo amoroso.
Cuando hablamos de un caso general de anhedonia, teniendo en cuenta su estrecha relación con la depresión, podríamos decir que los síntomas son muy parecidos.
En términos generales podríamos hablar de que alguien padece anhedonia cuando:
- Siente un profundo desganos frente a realizar diverso tipo de actividades
- Empieza a tener trastornos del sueño
- Siente que todo es insustancial o que no logra acaparar su atención
- Pierde la capacidad de disfrutar de cosas que antes disfrutaba
- Le cuesta vincularse emocionalmente con otras personas
- Presenta una alteración en las emociones
- La persona siente que todo le da igual
- Experimenta una pérdida del sentido de la vida
- Le cuesta encontrar motivación para hacer diversos tipos de actividades
- Siente una profunda desconexión emocional de todo y de todos
En términos generales estos son los rasgos más significativos de que una persona tiene anhedonia, teniendo en cuenta que aunque inicialmente esto se pueda sentir como indiferencia, es necesario buscar ayuda psicológica con el fin de que los síntomas no empeoren y puedan llegar a una depresión severa.

Además, si lo piensas detenidamente, la vida ofrece múltiples estímulos que pueden conmovernos, y experimentar nuestras emociones es algo que no solo nos ayuda a conocernos mejor, sino que además permite que nos conectemos con la vida desde diferentes niveles. Teniendo en cuenta esto, sentir que no podemos sentir es más que un indicativo de que necesitamos ayuda profesional.
¿Cómo recuperar la alegría y las ganas de vivir?
Si tenemos en cuenta que la anhedonia se relaciona con una pérdida del sentido de la vida y la capacidad de sentir emociones placenteras frente a diferentes estímulos, podemos decir que está estrechamente ligada con la pérdida de la alegría y las ganas de vivir.
Lo mejor que podemos hacer para salir de un estado de anhedonia, es asistir a Terapia Psicológica, pues este síntoma puede estarnos hablando de situaciones que tenemos bloqueadas dentro de nosotros mismos, bien sea por la exposición a experiencias traumáticas o por situaciones que no hemos podido tramitar. Así que, nuestra primera recomendación para cualquier síntoma psicológico, es recibir atención de un Psicólogo o Psicoanalista que pueda ayudarnos a comprender nuestras emociones, o en este caso, la ausencia de emociones placenteras.
Adicional a lo anterior, la alegría de vivir o el placer frente a ciertas cosas se puede perder por altos impactos emocionales, que nos enfrentan a un estado en el que nos sentimos como anestesiados, y es por esto que, además de un buen acompañamiento profesional que te permita conocerte mejor, puedes probar a hacer ciertas cosas en tu cotidianidad que contribuyan a que puedas tener una mejor conexión contigo mismo, con el placer y con la vida.

Existen diversas actividades que pueden ayudarte a tramitar la anhedonia para redescubrir el placer de vivir, algunas de estas cosas son:
- Realiza actividad física: El ejercicio siempre nos ayudará a segregar dopamina y otras hormonas que contribuyen a nuestro bienestar integral.
- Asumir la realidad: Reconocer plenamente cómo nos sentimos, nos ayudará a buscar soluciones. No se trata de tratar de tapar el sol con un dedo, sino de asumir aquello que estamos viviendo para transformar lo que no nos gusta.
- Cuida tus pensamientos: Nuestros pensamientos influyen directamente en nuestras emociones, es por esto que un gran ejercicio es identificar cuáles son tus pensamientos, para saber cómo te están afectando.
- Agradece: La gratitud puede ayudarte a descubrir todas las cosas que sí tienes en la vida. No importa en la situación en la que estés, siempre habrá cosas por las cuales agradecer. Si haces un ejercicio en el que agradeces por todo lo que tienes, te sorprenderás a ti mismo.
- Aléjate de la rutina: Si sientes que todo es rutinario y monótono, procura sacar tiempo para hacer actividades diferentes, para que experimentes nuevos matices de la vida.
- Dedícale tiempo a tus pasiones: Pasa tiempo de calidad contigo mismo, redescubre esas cosas que te mueven el alma, puede ser una actividad artística, un deporte o cualquier otra actividad que te haga sentir bien.
- Cuida de ti mismo: Aliméntate bien, duerme el tiempo necesario para recobrar tu energía, pasa tiempo al aire libre, y cada día realiza alguna acción que refleje el cuidado que te das a ti mismo.
- Comparte tiempo de calidad con tus seres queridos: Compartir con otros no solo nos ayuda a conocernos mejor a nosotros mismos, sino que además nos hace sentir apoyados y queridos. Busca espacios para pasar tiempo de calidad con quienes amas.
En términos generales, estas son algunas de las cosas que puedes hacer para reconectar con tu placer y volver a sentir la vida como una experiencia agradable.
Recuerda que eres el dueño de tu vida y que tu salud mental siempre debe ser tu prioridad, así que si te está costando el proceso, comunícate con nosotros y emprende tu transformación de la mano de un Psicólogo o Psicoanalista que pueda ayudarte a transitar esta etapa.
Referencias bibliográficas
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García, M. P. (2021). La anhedonia en la depresión (Doctoral dissertation, Universidad de Alcala).
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Olivares, J. M. (1995). Anhedonia: una revisión conceptual. Revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría., 15(52), 009-024.
Triglia, A. Causas, síntomas y posibles soluciones de la anhedonia.
Fecha de actualización: (06 de diciembre 2022 KA)