Recuerdos Encubridores
En los Recuerdos Encubridores se conserva una parte de nuestra vida infantil, todo lo que en ella tuvo importancia esencial.
Por tanto, la labor analítica, trata de extraer todos ellos por medio del análisis, en tanto la representación de los años infantiles olvidados.
Freud señala que el otro grupo de procesos psíquicos, o actos puramente opuestos a los puramente internos (impresiones y sucesos vividos), o sea, las fantasías, las asociaciones, los sentimientos, deben ser estudiados separadamente en cuando a la relación con el olvido y el recuerdo.
De ésta manera, se recuerda algo que no puede nunca ser olvidado, debido a que nunca fue retenido o llego a ser consciente. De igual forma, para el curso psíquico parece indiferente que el elemento fuera consciente y quedase luego olvidado no penetrando jamás hasta la consciencia; siendo la convicción que el analizado adquiere en el curso del análisis independiente de tal recuerdo.
Así por ejemplo, en la neurosis obsesiva, el olvido se limita a destruir conexiones, suprimir relaciones causales y aislar recuerdos enlazados entre sí.
Ahora bien, por lo general, resulta “imposible” despertar el recuerdo de una clase especial de sucesos muy importantes correspondientes a épocas muy tempranas de la infancia y vividas sin comprenderlas, que luego son perfectamente interpretados y comprendidos por el sujeto.
Por otra parte, el conocimiento de los anteriores, nos es dado, por ejemplo, en los sueños. Siendo una vez vencidas las resistencias que el analizado no emplea contra la aceptación la ausencia de la sensación de recordar, así, la sensación de que algo ya era conocido.