Muchas personas se dedican al ejercicio de repetir sin saberlo, conductas, ideas y emociones con los que representan el pasado en el presente. Esta repetición inconsciente es un fenómeno que el psicoanálisis ha explorado en profundidad. A través del análisis y la interpretación de los síntomas y las resistencias del paciente, el psicoanálisis busca desentrañar las causas de estas repeticiones y brindar la posibilidad de romper con los patrones que perpetúan el sufrimiento.
Freud denominó a este fenómeno “compulsión a la repetición” y lo consideró una manifestación del inconsciente, que busca revivir y resolver conflictos y traumas pasados de manera simbólica. El objetivo terapéutico radica en hacer consciente lo inconsciente y ayudar al paciente a elaborar de manera más saludable las experiencias del pasado, liberándose así de la repetición compulsiva y abriendo camino hacia un futuro más libre y autónomo.
¿Qué es el repetir sin saberlo desde el psicoanálisis?
En el proceso psicoanalítico, el terapeuta actúa como un guía atento a los patrones repetitivos del paciente, señalando las similitudes entre sus experiencias actuales y las del pasado. A medida que se profundiza en la exploración de estas repeticiones, el paciente puede llegar a comprender cómo se han mantenido inconscientemente atrapado en dinámicas disfuncionales. Esta toma de conciencia es fundamental, ya que permite al individuo desligarse de la influencia pasada y desarrollar una mayor capacidad para elegir respuestas más adecuadas en el presente.

A través del análisis de los mecanismos de repetición inconsciente, el psicoanálisis brinda una oportunidad para la transformación personal, liberando al individuo de las ataduras del pasado y fomentando su crecimiento y desarrollo hacia una vida más plena y auténtica.
El Repetir sin saberlo se da cuando el analizado no “recuerda” nada de lo olvidado o reprimido, sino que lo vive de nuevo, no lo reproduce de recuerdo, sino como acto: lo repite sin saber. Por ejemplo, el sujeto no recordará haberse mostrado rebelde a la autoridad de los padres, sino que se conducirá de esta forma con respecto a la persona del psicólogo.
Teniendo en cuenta todo lo anterior, ponemos este ejemplo de Freud en cuanto al tema del Repetir sin Saberlo ciertas conductas o experiencias:
“(…) el sujeto no recuerda que su investigación infantil fracasó, dejándole perplejo, sino que reproduce una serie de sueños complicados y ocurrencias confusas y se lamenta de que su destino es no conseguir jamás llevar a buen termino una empresa. No recuerda haberse avergonzado intensamente de ciertas actividades sexuales y haber temido que los demás las descubriesen, sino que se avergüenza del tratamiento a que ahora se encuentra sometido y procura mantenerlo en secreto”. (Freud, 1914)
Repetir para Recordar
A pesar de la posibilidad de la Asociación libre, la regla psicoanalítica fundamental, el sujeto asegurará que no sabe qué decir. Calla y afirma que no se le ocurre nada. Así, el sujeto mientras se somete al tratamiento no se libera de la compulsión de repetir sin saberlo, acabando por comprender que ese fenómeno constituye una manera especial de recordar.

Ahora bien, la transferencia no es por si misma más que una repetición; y esta repetición es la transferencia del pretérito que fue olvidado. Sin embargo, ésta no es solo sobre el psicólogo, sino sobre todos los demás sectores de la situación presente. Así, por ejemplo, la obsesión repetidora que sustituye en él el impulso a recordar, no solo en lo que afecta a su relación con el analista, sino con todas las demás actividades y relaciones simultaneas de su vida.
Cuando la cura comienza bajo el patrocinio de una transferencia positiva, se permite penetrar al principio, profundamente en los recuerdos; inclusive los mismos síntomas patológicos permanecen acallados mientras tanto.
A pesar de lo anterior, cuando en el curso ulterior del análisis se hace hostil o muy intensa la transferencia, el recuerdo queda sustituido en el acto, por la repetición; y a partir de este momento, las resistencias van marcando la sucesión de las repeticiones. De esta manera, el enfermo extrae del “arsenal” del pasado las armas con las cuales se defiende contra la continuación de la cura y de las cuales hay que ir despojándolo poco a poco.
Otro peligro, es el de que en el curso de la cura llegue a ser reproducidos unos impulsos instintivos nuevos, situados en los estratos más profundos, que no habían emergido aún. Siendo que, los actos que el paciente ejecuta fuera del campo de acción de la transferencia pueden acarrearle daños pasajeros e incluso ser elegidos de manera que anulen el valor de la salud que el tratamiento tiende a restablecer.
El repetir sin saberlo: La transferencia
A continuación te compartimos un video sobre la transferencia, en el que se aborda el asunto del repetir sin saberlo, para que puedas comprender mucho mejor el concepto:
Fecha de actualización: (03 de Julio 2023 KA)